“El buen médico trata la enfermedad, pero el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad”, dicen que comentó alguna vez el Dr. William Osler.
Osler (Bond Head, Canadá, 12 de julio de 1849-Oxford, Inglaterra, 29 de diciembre de 1919), fue un observador sagaz, recitador empedernido de aforismos de utilidad clínica, bromista pesado, coleccionista de libros de historia de la medicina… O quizás, solo alguien siempre bien ubicado al lado de la cama del paciente. Todo eso y mucho más fue sir William Osler.
Sus recorridas por salas de hospitales de tres países lejos estuvieron de pasar desapercibidas. Influyó en la medicina del siglo XX, pero aún lo recuerdan las nuevas generaciones de médicos y médicas que transitan pasillos con el estetoscopio colgado al cuello. El padre de la medicina moderna supo como inculcar el amor por la medicina interna. No es de extrañar, entonces, que la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI) haya reparado en la fecha de su natalicio. Consideran que cada 12 de julio resulta una ocasión inmejorable para agasajar a todos los profesionales que cultivan la especialidad en el país.
La mística osleriana vive en el relato de las y los internistas de Colombia. “Nunca hay que olvidar la calidad humana, no atendemos patologías sino seres humanos”, comenta la Dra. María Angélica Pulido Correa a Océano Medicina. Oriunda de Bogotá, estudió medicina en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas. Egresó en 2010 y su vocación la llevó a interesarse por la medicina interna. Se especializó en el Hospital Universitario Clínica San Rafael (Bogotá), y aún trabaja allí.
El Dr. Fernando Rodríguez Bayona se desempeña actualmente en la Clínica Fundación Valle del Lili (Cali). Antes pasó por la Universidad de Pamplona y allí se recibió de médico (2013). También transitó por la Universidad ICESI, entidad que en 2019 le otorgó el título de especialista en medicina interna. “El internista es un médico capacitado científicamente, que da importancia a la medicina basada en la evidencia, sin olvidar que tiene al frente a un ser humano con sentimientos y emociones” coincide.
La capacidad de brindar un abordaje integral del paciente es considerada por ambos profesionales como una de las principales virtudes del internista. “Procuramos no perder de vista todas las interconexiones entre los diferentes sistemas biológicos que constituyen al ser humano, sin dejar de lado el componente psicológico y socioeconómico”, comenta el Dr. Rodríguez Bayona. En tanto que para la Dra. Pulido Correa, resulta vital tener una mirada amplia y varios puntos de vista. “Tenemos la capacidad de integrar muchas patologías y las equilibramos para minimizar riegos y complicaciones“, reflexiona.
Para el Dr. Rodríguez Bayona, el internista es además capaz de brindar un enfoque individualizado. Cita como principal contribuyente a la adopción de una medicina basada en la evidencia.
Osler decía que le había tocado en suerte una época de oro de la medicina. Valoraba descubrimientos como la radiología, el electrocardiograma, el conocimiento, la etiología infecciosa de algunas enfermedades y el empleo de la aspirina. En la actualidad, la labor diaria de un especialista en medicina interna también demanda la adquisición continua de conocimientos y nuevas prácticas clínicas. “Algunas técnicas, como la ultrasonografía, la elastografía y el diagnóstico por imágenes, dejan de ser exclusivas de algunas especialidades y son incorporadas por el internista”, comenta el Dr. Rodríguez Bayona.
Aquellos que se dedican a esta rama ven cómo la genómica y la denominada medicina de precisión cambian paradigmas en el tratamiento de enfermedades. “La medicina interna del futuro será una medicina individualizada, enfocada en los aspectos fenotípicos y genómicos de cada paciente”, asegura el Dr. Rodríguez Bayona.
La fecha permite también resaltar las dificultades que tienen los profesionales en Colombia a la hora de seguir su vocación de internista. Pocos cupos para formarse en residencias médicas, excesiva carga académica y asistencial durante ese proceso, baja remuneración, son algunos de los reclamos de quienes recién inician el trayecto. Una menor carga horaria, mejores honorarios y una mayor autonomía en el ejercicio profesional, suelen ser pedidos frecuentes entre quienes ya ostentan la especialidad.
William Osler también dijo alguna vez que “la mejor preparación para el mañana es hacer el trabajo de hoy magníficamente bien“. En eso están los internistas en Colombia. Como dice el Dr. Rodríguez Bayona, en alerta a los cambios que depare el futuro y con la capacidad de asombro como principal alimento. “Aunque muchas veces se batalla duro, el poder ayudar a tus pacientes y el agradecimiento al final del proceso, es algo que se lleva en el corazón”, concluye la Dra. Pulido Correa.
Young, Pablo, Finn, Bárbara C, Bruetman, Julio E, Emery, John D. C, & Buzzi, Alfredo. (2012). William Osler: el hombre y sus descripciones. Revista médica de Chile, 140(9), 1218-1227. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872012000900018
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