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Anticonceptivos orales y el riesgo de trombosis arterial

Estudios previos han vinculado el uso de píldoras con estrógeno y progestágeno con esta enfermedad poco común en mujeres jóvenes

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Los anticonceptivos orales combinados (AOC) son reconocidos por evitar exitosamente el embarazo no deseado (la tasa de fracaso es menor de 1 por 100 mujeres, al año), pero también han sido vinculados con un riesgo de trombosis arterial, es decir, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico, una enfermedad poco frecuente en mujeres jóvenes.

Para las Organización Mundial de la Salud (OMS), los AOC son la forma reversible más utilizada de anticoncepción en los países desarrollados (más de 100 millones de mujeres utilizan este método). Estas píldoras contienen estrógeno y progestágeno, hormonas femeninas que se toman habitualmente juntas en una píldora durante los 21 primeros días de cada ciclo menstrual, con una semana de “descanso”. Este tratamiento evita la ovulación, principalmente por la supresión de la elevación del nivel de hormona luteinizante (debido al contenido de progestágeno).

Por otro lado, los factores de riesgo más importantes de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico (dos de las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en el mundo, según la OMS) son la hipercolesterolemia, la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo, los cuales se acumulan en un individuo, generalmente, en el transcurso de su vida, por lo que la mayoría de los pacientes que presentan un evento cardiovascular tienen 50 años de edad o más. Sin embargo, estudios previos han vinculado el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular isquémico en personas jóvenes (mujeres) con el uso de anticonceptivos orales combinados. Por tal razón, Cochrane publicó un ensayo que comparó el resultado de varias investigaciones realizadas al respecto con el fin de determinar la magnitud del riesgo de este tratamiento anticonceptivo, tomando en cuenta que existen varios tipos de píldoras anticonceptivas orales y se desconoce el riesgo de su uso.

El texto de Cochrane establece que los AOC se han asociado con un aumento de muchos factores de la coagulación, incremento en la actividad de los inhibidores fibrinolíticos inhibidor del activador de plasminógeno (IAP)-1 y IAP-2, y reducción en la respuesta anticoagulante (resistencia a la proteína C activada). Menciona también que estudios de investigación han encontrado recientemente que la hipercoagulabilidad es un determinante importante de la aterogénesis y la aterosclerosis que, a su vez, precede el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular isquémico. Además, los AOC se han relacionado con aumentos de los triglicéridos, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad y los niveles de insulina, y una reducción en la tolerancia a la glucosa, que son todos factores de riesgo bien conocidos de enfermedad cardiovascular arterial.

Esta revisión de Cochrane parte de la concepción de que los resultados de los estudios que han sido publicados hasta ahora son “contradictorios”. Por eso, se incluyeron en el análisis 28 publicaciones que informaban sobre 24 estudios observacionales en los que fueron reclutados mujeres en edad reproductiva (18 a 50 años) y se comparó el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular como efectos secundarios potenciales entre las usuarias y no usuarias de anticonceptivos orales combinados.

El riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico se evaluó para diferentes tipos de preparaciones de AOC, los cuales se categorizaron según la generación (progestágenos). Las preparaciones que contenían linestrenol o noretindrona se clasificaron como preparaciones de primera generación; levonorgestrel y acetato de noretisterona como progestágenos de segunda generación; y desogestrel y gestodeno como preparaciones de tercera generación. Asimismo, los AOC se categorizaron por separado según la dosis de estrógeno y el tipo de progestágeno utilizado.

De este modo, la conclusión de la revisión Cochrane fue que el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico no aumentó en las mujeres que utilizaron AOC en comparación con las no eran usuarias. Este riesgo tampoco varió de acuerdo con la generación de progestágeno o según el tipo de progestágeno. Sin embargo, cuando las preparaciones se estratificaron en cuanto a la dosis de estrógeno, el riesgo de infarto de miocardio o de accidente cerebrovascular isquémico sí pareció aumentar con dosis mayores de estrógeno.

Es decir, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico solamente aumentó en las pacientes que utilizaron AOC que contenían 50 microgramos de estrógeno o más. Las preparaciones que contenían dosis inferiores no aumentaron el riesgo de trombosis arterial y el riesgo no varió según el tipo de progestágeno utilizado. Cuando se combinaron con los resultados de los estudios sobre el riesgo de trombosis venosa en las usuarias de AOC, se consideró a la píldora de AOC que contiene levonorgestrel y 30 microgramos de estrógeno como la forma oral más segura de anticoncepción hormonal.

Sin embargo, Cochrane hace énfasis en que los AOC se conocen especialmente por aumentar el riesgo de trombosis venosa, y este riesgo se debe recordar cuando se asesore a las mujeres acerca de la elección de la anticoncepción.
El ensayo hace mención a la existencia de varias y nuevas preparaciones anticonceptivas hormonales no orales, como el dispositivo intrauterino que libera levonorgestrel, los parches anticonceptivos transdérmicos, los implantes hormonales subcutáneos y el anillo vaginal. Sin embargo, se deja en claro que muy pocos estudios han evaluado el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico en las mujeres que utilizan estas preparaciones. Por lo tanto, se recomienda, al final, que en los próximos años se analice la información sobre los efectos secundarios (trombóticos) de estas preparaciones para poder cuantificar el riesgo asociado de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico, si lo hubiera.

Fuente: Biblioteca Cochrane

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