En este país existen casi 13 millones de personas con debilidad visual y cerca de medio millón de personas con ceguera.
Datos de la Sociedad Mexicana de Oftalmología indican que la catarata, la retinopatía diabética, el edema macular diabético, el glaucoma y la retinopatía del prematuro son las principales complicaciones visuales en la población mexicana.
Las discapacidades visuales, definidas como la pérdida total de la capacidad para ver, así como debilidad visual en uno o ambos ojos, abarcan el 44% de los casos de discapacidad en México, aún cuando muchos de los casos son prevenibles. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cerca del 80% de los casos de ceguera son prevenibles y curables si se recibe el diagnóstico y tratamiento adecuados.
Se calcula que entre 40% y 50% de los casos de ceguera en México se generan por cataratas, sobre todo senil, seguida de accidentes y enfermedades que desencadenan falta de visión, como retinopatía diabética (20% a 30%), glaucoma (15% a 25%), desprendimiento de retina (6%), miopía degenerativa (5%) y malformaciones congénitas (4%), entre otras.
En personas económicamente activas (entre 20 y 50 años), la retinopatía es la primera causa de ceguera en México, debido a que está asociada a los altos niveles de glucosa en la sangre y a la elevada presión arterial, de acuerdo con Enrique Alfonso Roig, director del Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Universidad de Guadalajara.
La importancia del sistema Braille es reconocida por los artículos 9 (accesibilidad), 21 (libertad de opinión y expresión y de acceso a la información) y 24 (educación) de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, así como por el Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a la lectura a las personas ciegas, con discapacidad visual y con otras dificultades para acceder al texto impreso, ratificado por México y en vigor a partir del 30 de septiembre de 2016.
No obstante, en México la discapacidad visual ocupa el segundo lugar por frecuencia de las discapacidades, “siguen existiendo omisiones como la inexistencia de prescripciones y consentimientos informados en Braille que fomentan la discriminación, vulnerabilidad familiar, social y laboral”, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
La misma comisión indica que de acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2015), en México la cantidad de personas que no saben leer o escribir es de 4.749.057, equivalente al 5.5% de la población en condición de analfabetismo. “Esta situación se agrava entre las personas con discapacidad debido a la discriminación interseccional, generada por la confluencia de más de un factor de vulnerabilidad en una persona. El fenómeno se magnifica al tener en cuenta el contexto, tales como la pertenencia a un pueblo indígena o a una comunidad rural, en cuyos casos el analfabetismo se acentúa hasta en 50%”.
En México, hace más de siglo y medio se inició la enseñanza del sistema de lectura Braille, con la fundación de la Escuela Nacional para Ciegos, que en la actualidad sigue abierta y forma parte de la Secretaría de Educación Pública.
Creada en 1870, en la capital mexicana, la Escuela Nacional para Ciegos cuenta actualmente con 34 aulas para clases, áreas deportivas, dormitorios, comedor y sala de informática, entre otras instalaciones.
Actualmente, existe cerca de un centenar de escuelas donde se enseña el sistema Braille, entre instituciones públicas y privadas. No obstante, la oferta educativa y su uso sigue siendo insuficiente. Así lo considera Isidra Gil Alva, especialista en educación para personas con discapacidad visual y auditiva y académica de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien destaca que en el último censo de Inegi en 2020, la población total con algún tipo de discapacidad fue de 20.838.108 personas, de las cuales 12.727.653 reportaron algún tipo de limitación visual.
“Dicha problemática se ubica como la segunda discapacidad de mayor porcentaje, solo después de la limitación para caminar y escuchar. Los libros en Braille son escasamente elaborados en las editoriales, ya sea desde la enseñanza en nivel básico, hasta en media superior y superior, dado el costo que implica la impresión de cada una de las hojas”.
La especialista asegura que los textos impresos en Braille “son libros inasequibles en su mayoría de veces para la población invidente, puesto que su precio es prácticamente el doble de uno impreso en tinta, esto se debe a que una hoja de un libro común con letras es proporcional a 8 o 9 hojas en Braille”.
Para Gil Alva la producción de textos en Braille, por parte de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), que desde 1966 produce libros en Braille para educación primaria y secundaria, “ha sido insuficiente, en tanto que de las 7.427 bibliotecas públicas que hay en México, solo 100 cuentan con libros en Braille”.
Medicina familiar Oftalmología
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100 horashttps://observatorio.tec.mx/edu-news/maestro-mexicano-sistema-braille/
https://www.milenio.com/politica/comunidad/falta-produccion-libros-braille-educacion-educativa
https://www.yotambien.mx/actualidad/pobreza-y-discapacidad-en-mexico-inegi/
https://www.cucs.udg.mx/noticias/archivo-de-noticias/retinopat-primera-causa-de-ceguera-en-m-xico
https://www.cndh.org.mx/noticia/fundacion-de-la-escuela-nacional-para-ciegos-0
https://www.gethealthystayhealthy.com/es-mx/articles/el-sistema-braille-en-los-establecimientos-de-salud
https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2020-01/COM_002_2020.pdf
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