Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Argentina y el mundo. Así lo asegura el doctor Jorge Tartaglione, cardiólogo y presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), quien precisa que en el país ocurren 40 mil muertes súbitas por año, lo que se traduce a un promedio de cuatro defunciones por esta causa por hora y una cada 15 min.

A sabiendas de que el mayor porcentaje de estos fallecimientos podría prevenirse, la FCA ha decidido celebrar el Día Mundial del Corazón con una campaña titulada “Héroes del corazón”, que busca concienciar a la población y brindar un reconocimiento a esos médicos y pacientes que le dan la importancia debida al cuidado de su salud cardiovascular.

En el marco de la efeméride, que se celebra cada 29 de septiembre, Océano Medicina conversó con el doctor Tartaglione para conocer más sobre la campaña y difundir las recomendaciones de prevención que la FCA considera imprescindibles en un contexto tan convulso como el latinoméricano.

-¿En qué consiste la campaña “Héroes del Corazón”?

-Lo que estamos buscando es resaltar a esas personas que se cuidan y que buscan mejorar sus condiciones de vida. Lo importante es la concientización, llevar un mensaje, y recordarles a todas las personas que esa maravilla que tenemos en medio del pecho late 100 mil veces por día y que, aunque a veces no nos damos cuenta, es ese latir el que nos permite vivir.

-El concepto que tenemos es que debemos cuidar mucho nuestro corazón. Es una campaña alegórica a aquellas personas que lo hacen y, más allá del concepto del título, el mensaje es que es posible realizar pequeños grandes cambios para reducir la incidencia de los factores de riesgo.

-¿Cuáles son los principales factores de riesgo cardiovascular en Argentina?

-Los principales factores de riesgo que vemos a diario son la hipertensión, el sedentarismo, la diabetes, y el estrés. Sobre este último, estamos sumergidos en un mundo, ciudad y país que están atravesando por problemas importantes y esto hace a las personas más susceptibles a sufrir del corazón. Tenemos el precedente del año 2001, cuando los casos de enfermedades y eventos cardiovasculares tuvieron un repunte importante.

-¿Cuáles recomendaciones puede dar para contribuir a la prevención de eventos cardiovasculares?

-En el caso particular del estrés, es real que no podemos hacer nada con el contexto porque no somos economistas, pero lo que sí podemos hacer como profesionales es pedirles a los pacientes que se cuiden un poco más y que presten atención a su cuerpo, que no subestimen ningún síntoma y asistan al  médico.

-Por otro lado, también les pedimos que no sobrecarguen su sistema emocional, que descuelguen un poco la televisión y las redes, porque el bombardeo constante de informaciones negativas no hace bien. Además, hay que encontrar la manera de descargar ese sistema emocional, con lo que pedimos hacer actividad física, que es algo que puede lograrse incluso sin necesidad de dinero, sino haciendo planes para salir a caminar con un amigo, o practicando la meditación o el yoga.

-¿Qué pueden hacer las y los profesionales de la salud para promover la prevención?

-Aprender a comunicar. Los médicos debemos saber comunicar nuestros conocimientos, para poder llegar más fácil a la comunidad en general y conseguir que modifiquen lo que les hace mal. El problema es que la mayoría de las personas está sobre informada: si te fijas, todo el mundo sabe que el colesterol, la grasa y el sal hacen mal, pero hacen poco para cambiar sus hábitos en ese sentido. Por esto, tenemos que entrenarnos para saber de qué manera podemos comunicar de forma efectiva y conseguir una conducta saludable.