Equipo Océano Medicina Nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. En el terreno de la Lingüística, cuatro verbos en modalidad infinitiva. En el de la Biología, en cambio, cuatro de las principales funciones inherentes a todo ser humano. Empero, sólo será el nacimiento la experiencia más concluyente para la vida del nuevo individuo, puesto que es el […]
Equipo Océano Medicina
Nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. En el terreno de la Lingüística, cuatro verbos en modalidad infinitiva. En el de la Biología, en cambio, cuatro de las principales funciones inherentes a todo ser humano. Empero, sólo será el nacimiento la experiencia más concluyente para la vida del nuevo individuo, puesto que es el momento en el que abandona el idílico mundo del seno materno para vivir de forma independiente en el mundo exterior al útero.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el parto de pretérmino es aquel que ocurre antes de las 37 semanas completas de gestación. En la Argentina, según los datos oficiales, la tasa de Prematurez oscila entre el 8,5% a nivel nacional, con una variación interprovincial de entre el 5,3% y el 11,4%, lo que en términos nominales se traduce en aproximadamente 750.000 nacidos vivos al año. De este modo, y en base a las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, la Prematurez es considerada como la principal determinante de morbimortalidad neonatal y posnatal, especialmente en edades gestacionales menores a 32 semanas.
“La Prematurez sigue siendo un problema irresuelto. Ha habido avances en prevención y tratamiento de las complicaciones del recién nacido, pero no así en prevención primaria dado que se trata de un proceso pluricausal y fuertemente ligado a las condiciones socioeconómicas”, sentencia el Dr. Raúl Winograd, Doctor en Medicina y Profesor Titular Consulto de la asignatura Obstetricia del Departamento de Tocoginecología de la Universidad de Buenos Aires.
Considerado como una autoridad en Obstetricia, se inició como Médico Residente de la entonces primera cátedra de Obstetricia en el Hospital Ramos Mejía a cargo del Prof. Dr. Roberto M. Pinto, fuente de inspiración vocacional en base a su rigurosa preparación y fuerte personalidad, las que crearon un clima propicio para la formación en la práctica asistencial, la docencia e investigación clínica, tríada indisoluble que mantiene hasta la actualidad.
A lo largo de sus cincuenta años de carrera profesional, Winograd lideró investigaciones sobre el determinismo del parto, los roles de los estrógenos, la progesterona, y las prostaglandinas, cuyos resultados aún hoy permanecen vigentes. Asimismo, colaborando con el Prof. Dr. Roberto A. Votta, desarrolló estudios pioneros sobre líquido amniótico, predictores ecográficos y bioquímicos de la Prematurez, monitoreo fetal, como así también continuó en actividad en las Sociedades Científicas y la docencia de pre y posgrado.
A pesar de los incesantes avances en la tecnología que facilitaron la anticipación de los diagnósticos en pos de brindar mayores precisiones para la aplicación de intervenciones efectivas basadas en las evidencias, junto al perfeccionamiento de los conocimientos acerca de la seguridad de las pacientes y el control del daño en las emergencias (la hora dorada), aún hoy “los indicadores duros como las tasas de Prematurez, mortalidad perinatal, el daño neurológico severo, la mortalidad y la morbilidad materna severas no sólo no han mejorado sensiblemente sino, peor aún, algunos se han incrementado”, subraya el expresidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA).
Por su parte, y conforme a los desarrollos en el área relativa a los neonatos, el especialista resulta determinante: “En términos generales, podemos decir que los avances de la Neonatología han sido decisivos para mejorar la sobrevida y las complicaciones del desarrollo de los prematuros, por cierto en mayor medida que los aportes que provinieron de la Obstetricia. Las tasas de Prematurez en nuestro país, como en prácticamente toda Latinoamérica, están por lo menos en el 10% del total de nacimientos, teniendo en cuenta que existe un subregistro variable según regiones y aún dentro del mismo país”, sostiene Winograd.
Consecuentemente, el principal instrumento para el perfeccionamiento de las condiciones relativas a la Prematurez es la capacitación constante e in crescendo del profesional de la salud argentino vinculado a la materia. Frente al desafío de coordinación general del programa de actualización médica Prematurez. Respuestas concretas a consultas frecuentes de Océano Medicina, Editorial Océano Argentina, el autor invita a desarrollar los conceptos clásicos y los adelantos en el manejo de la amenaza de parto prematuro, procedimientos como el cerclaje, pesario y la administración de progesterona, como así también la prevención en gemelares y los últimos criterios respecto a la periviabilidad.
Criterios necesarios para poder afrontar casos de gran relevancia médica, como aquel que marcaría un antes y un después en la carrera del Dr. Raúl Winograd, en el que una primigesta joven y sana, con un embarazo gemelar doble espontáneo bicorial-biamniótico, y que cursaba sin complicaciones hasta la semana 18, siente deseos de ir al baño y expulsa de inmediato uno de sus fetos. La acción del profesional es una condición sine qua non en dichos casos: “Se comprueba que el otro feto se mantiene vital, sin signos de desprendimiento de la placenta y con las membranas íntegras, se administran tocolíticos y antibióticos, se efectúa cerclaje con la técnica de Mc Donald. Seis semanas después ocurre Rotura Prematura de Membranas, se aplica un ciclo de corticoides para, finalmente 48 horas después practicar una cesárea”, relata Winograd explicando que el crecimiento y desarrollo del niño evaluado a los 2 años fueron excelentes.
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